Empieza el curso escolar, sin grandes pretensiones, queremos dar algunas pequeñas y sencillas reflexiones a las mamas y papas y a todas las personas que quieran mejorar la relación y comunicación con las niñas y niños con los que se relacionan.
Estos últimos meses, hemos repetido alguna vez estas orientaciones para padres, maestros o interesados que nos preguntaron en diferentes situaciones, hemos creído oportuno recogerlos y compartirlos para ampliarlos y corregirlos, con ello y algo más prepararemos una charla de 30 min., que en breve realizaremos en el Kasal Popular Les Arenes y en el
Centre d’Atenció i Acolliment DSO. Para ampliar las cuestiones y mejorarlas las hacemos circular. Ya os iremos informando.
Al mismo tiempo que ampliamos el debate y la oportunidad de preguntar por alguna otra situación, esto son los 10 momentos más frecuentes, que por ahora hemos encontrado y que debemos aprender a entender y atender para relacionarnos de forma más sana y constructiva con las niñas y niños con los que queremos relacionarnos.
1.- Hablarle a su altura
Para dirigirte a un niño, es bueno mirarlo a la cara, bajar y ponernos a
su altura, agacharnos o inclinarnos, debemos tener algo en cuenta nuestra mayor altura, en general, sobre todo al iniciar una relación, los adultos desconocen que pueden intimidar a muchas niñas y niños, para relacionarnos entre iguales es bueno equiparar alturas al inicio y durante una pequeña conversación, mirar hacia arriba implica una cierta sumisión, por lo que podemos provocarle un posible
temor que sin querer, también puede generar una respuesta de cierto miedo o indiferencia a lo sumo y en todo caso algo de perdida de interés hacia nosotros, hay que tener presente que es algo dominante esa posición de mayor a menor, pues el cara a cara es más equilibrado, y genera la posibilidad de relaciones entre iguales, más confianza y un mejor principio para iniciar cualquier relación.
2.- ¿Me comprendes, entiendes algo?
Cuando hablamos a un niño no debemos suponer que nos entiende perfectamente, podemos confirmar si comprende al final de una breve explicación,
preguntárselo a él hablándole cariñosa, tranquila y sosegadamente, podemos interrogar si nos entiende si observamos un gesto de incomprensión, es bueno desarrollar una cierta empatía. En el caso de que no nos entienda, podemos confirmar si quiere que se lo expliquemos otra vez, si es así, podemos volver a explicarlo, intentando utilizar otras palabras más accesibles y sencillas para su vocabulario, si aún así no nos entiende, se puede
preguntar porqué no nos entiende, puede que no le interese o este cansado y hay que aceptarlo. Si quiere entenderlo y escucharnos podemos volver a intentarlo, pero si las cosas son complejas también podemos decirle que hay cosas que puede comprender más adelante.
3.- No estamos preparados para entenderlo todo y a veces no sabemos explicarlo.
No todo es necesario comprenderlo ahora, algunas
cosas requieren un tiempo para ser entendidas. Esto también se debe de tener en cuenta en algunas preguntas complejas que los niños pueda hacernos.
Podemos hablar casi de todo con ellos, de la muerte de un ser querido, del nacimiento de él o de otro ser, de una enfermedad, de las relaciones sexuales producto del amor y el cariño entre dos personas, o de cualquier situación que haya visto, viva o interese al niño. Pero es necesario adaptar el lenguaje a su nivel, expresiones más sencillas, concretas y adecuadas, recordemos confirmar que lo entiende. Los niños no están preparados para entenderlo todo, y nosotras a veces tampoco sabemos explicarlo. También hay que considerar que es sano que el niño nos pueda mentir algunas veces, en todo caso no tenemos que exigirle la verdad.
4.- Es bueno adelantar sucesos, si los sabemos, podemos explicarlos si implican un niño o niña.
Cuando le va a suceder algo a la niña o el niño desconoce o no lo sabe puede sorprenderle de peor manera, es bueno intentar adelantarnos y ofrecerle una cierta información de lo que le va a suceder, si lo sabemos, estamos hablando por
ejemplo cuando vamos al médico o van a ponerle una vacuna o cuando nos vamos a ir de algún lugar, porque se quede en casa de alguien o en una fiesta, o con el canguro, nos despedimos y le decimos cuando volveremos, marcharnos a escondida no es una buena separación. Saludamos al principio y nos despedimos es bueno y sano, promover separaciones tranquilas pueden ser mejor acogidas. Explicarle con quien se va a quedar y lo que puede hacer si nos extraña.
5.- Pedir permiso para besar, tocar o acariciarle.
Para tocarlo, darle un beso o acariciarle, hay que pedirle permiso, si le apetece o le gusta, si quiere o si podemos darle un
abrazo, un beso o una caricia, desarrollar un contacto físico sin avisar puede asustarle o intimidarle. Preguntar si puedo darte un beso, o un abrazo, es algo que muchas personas nunca hacen, y luego les sorprende la reacción de algunos niños, de espanto, lloro o enfado. Pues algo tarde muchos es aquí cuando preguntan,
cuando llora o cuando se enfada, porqué no lo hacemos antes, debemos reforzar la libre voluntad desde una actitud prudente, es sencillo interrogar si le apetece, es mucho mejor preguntar antes si puedo cogerte, abrazarte, acariciarte o besarte. Y respetar su decisión, que puede cambiar si siente que lo respetamos.
6.- No lo sabemos todo, podemos hacer algo para saber algo más.
No podemos tener respuestas para todo, se le puede
responder aún niño con un no sé, incluso que podemos hacer algo para saber y que podemos aprender a saber algo de esa cuestión, no tener miedo de utilizar el no sé, algunas veces podemos ver si lo podemos saber, no siempre es posible y no debemos de saberlo todo,
ni tener respuestas para todo, ser sinceros y discretos, también promueve la curiosidad. Organizarnos y explicar que hay que hacer para saber algo de lo que no sabemos, da unas pautas educativas.
7.- Nos podemos equivocar y disculpar.
Cuando comentemos un error, podemos comunicarlo también, y decirle que
lo siento, que nos hemos equivocado, y explicar porqué decimos que no hemos equivocado y las
consecuencias del error, no hay que callar y pasar página, si afecta o lo vio un o una niña, es educativo equivocarnos, se le puede decir desde la tranquilidad y la calma que nos hemos equivocado, que los adultos, los papas y las mamas se equivocan e intentan aprender para no equivocarse mucho, pero que para aprender hay que equivocarse.
8.- Que hacer frente al “¡me aburro!”
Cuando un niño nos dice que se aburre, y articula el clásico “me aburro”, podemos responder de múltiples formas,
se puede enseñar y hablar de lo grato que es aburrirse y de las muchas cosas
que puede hacer, puede aprender a inventarse un juego, podemos alguna vez enseñarle a hacerlo, puede aprender a jugar solo o con alguien. Si es posible, puede preguntar a otro niño o persona si quiere jugar con él, si nosotros no podemos es bueno decirle el motivo y que espere un rato acordado, pero hay que cumplir. También puede aprovechar para descansar y luego tener más energía para jugar mucho mejor, promover que tenga
iniciativa es dejarle que resuelva su aburrimiento, algunas veces podemos enseñarle que puede hacer para no aburrirse y otras dejar que resuelva él su aburrimiento, si queremos educar sujetos autónomos, libres y creativos.
9.- Aprender a ser valientes.
Es mejor ser valiente que perfecto, ser valiente no es no tener miedo,
tampoco ser un temerario, eso es más peligroso, ser valiente es saber hacer con el miedo y no paralizarse y
bloquearte, pero si sucede hay que normalizarlo y entender que es normal asustarse, incluso podemos excitarnos, llorar o reír, a veces gritar o estar alerta, más atentos y concentrados. Ser valiente es manejar todo ello y actuar cuando podamos, para intentar hacer lo que uno quiere cuando puede. Que no es siempre aquí y ahora.
10.- Educar con límites, para ser más libres.
El límite de lo que uno quiere, es poder, tener recursos para hacerlo, o más importante, poder hacernos daños, o hacerle daño a alguien, no podemos humillar a otra persona, por diferente que sea. Ni faltar el respeto y molestar a los demás, lo que uno quiere, a veces requiere de más negociaciones y
permisos con y de otras personas, no se puede hacer lo que uno quiere, si puede afectar a los demás o a nuestra salud. Ser educado, tener en consideración a los demás, tener tacto y ser prudentes, es ejercer la libertad con responsabilidad, eso nos hace mejores personas y más autónomos.
Otros artículos para ampliar algo breves y sencillos con los que podemos orientarnos un poco:
http://www.consumer.es/web/es/bebe/ninos/mas-de-4-anos/2012/10/18/213770.php
http://elpais.com/elpais/2016/08/23/buenavida/1471939634_956060.html
http://www.psicopedagogia.com/aplicar-limites-a-los-hijos
https://lamenteesmaravillosa.com/diez-reglas-para-educar-a-los-ninos-en-inteligencia-emocional/
Y si queremos profundizar un poco más, este práctico libro, algo más serio, pero de lectura amena, nos puede ayudar:
PD: Ya habrás descubierto que el doble click en cada foto da pequeñas sorpresas… a disfrutarlas.